La Limpieza - Resumen general
¿De dónde viene la suciedad?
Podemos concluir diciendo que la suciedad llega a un edificio por diferentes vías siendo las más frecuentes las siguientes:
Por el aire: En nuestra atmósfera cercana existe una gran
proporción de partículas de todo tipo que decantan con mayor rapidez
cuanto más calmadas estén las corrientes de aire o viento, y que son
más numerosas en ciudades o zonas de continuada ocupación.
Llevado por los zapatos: Tanto más problemático cuanta mayor
asiduidad de paso y menores sistemas de producción (esterillas,
limpieza de exteriores, accesos directos a naves o zonas de alto paso
de vehículos).
Con los bultos y géneros: Que suelen almacenarse en zonas de bahía frecuencia de limpieza durante mucho tiempo o que de por sí dejan residuos y marcas.
En el propio edificio: Que por su propia naturaleza de uso, conlleva basuras, desgaste, cenizas, e incluso la propia abrasión de la ropa.
Diferencias entre suciedades.
Por su intensidad, podemos diferenciarlas en suciedades sueltas y suciedades adheridas.
Suciedades sueltas: deben ser eliminadas por medio de barrido húmedo
preferentemente ya que en seco las partículas de polvo se levantan y
depositan posteriormente sobre el mobiliario y marcos de ventanas y
puertas, haciendo más costosa la limpieza. Manchas con un grado de
adhesión intermedio se eliminan con la aplicación de productos químicos
y fregado mecánico (también en las moquetas).
Suciedades adheridas: son las marcas y huellas, cuyo tratamiento
exige de la utilización de equipos especiales (son las operaciones de
DECAPADO, ABRILLANTADO Y FREGADO HÚMEDO DE MOQUETAS.
¿Qué tratamientos requiere cada tipo de suelo?
Debemos previamente, agrupar las distintas superficies en función de
sus características comunes, obteniendo de esta forma tres tipos
generales de paramentos horizontales.
Revestimientos duros: Terrazos, Mármoles, Baldosa ... Los
revestimientos duros se tratarán con productos neutros en base agua,
una vez realizado un barrido preliminar. Si así se determina, serán
tratados con productos abrillantadores, con el fin de obtener mayor
resistencia al tráfico y un mejor aspecto. En el caso de que el suelo
lo requiera y así se acuerde, se realizará un pulido de las superficies
mediante la subcontratación de pulidores.
Revestimientos blandos: Sintasol, Linoleum, Goma ... Los
revestimientos blandos se sellarán con ceras metalizadas, consiguiendo
brillo y resistencia y obteniendo mejoras al poder realizar el
mantenimiento diario con mopas húmedas, con la frecuencia establecida,
se procederá a la renovación del tratamiento base.
Revestimientos textiles: Moquetas, Alfombras ... Los revestimientos
textiles se mantendrán con aspirado mecánico y diario y la limpieza
puntual de manchas recientes. Con la frecuencia que se determine, se
procederá a su fregado mecánico por medio del procedimiento de
inyección - extracción.
Techos y paredes.
El desempolvo se llevará a cabo mediante la utilización del
aspirador o mopa limpia. Los Puntos de luz y de aire acondicionado
serán desmontados para su limpieza por inmersión y frotamiento, bien
todos a un tiempo o poco a poco a lo largo del periodo anual.
Los dorados y metales serán tratados con productos limpia metales.
La carpintería se limpiará en función del material en el que esté
construida. Los cristales se humedecerán primero y se procederán al
arrastre mediante raqueta limpia cristales. Se utilizará producto
retardador de suciedad.
Mobiliario.
Se limpiará con la frecuencia determinada, utilizando aerosoles de
ceras y siliconas en aquellos donde sea necesario, papeleras y
ceniceros con paño húmedo.
Zonas calientes.
REALCE DE LIMPIEZAS S.L. denomina como "zonas calientes" aquellas
que por su destino o grado de utilización requiere de un control e
incidencia especial en su limpieza.
Maquinaria y útiles.
REALCE DE LIMPIEZAS S.L. elabora sus presupuestos sobre la base de
la inclusión, en los casos que así lo requieran, de la maquinaria
técnicamente más avanzada y operativamente más adecuada a las
necesidades reales, buscando tanto la rentabilidad de la mano de obra
como la calidad del resultado final.
De la misma manera, los productos a utilizar en todo momento, serán
de la máxima calidad y adecuación a las necesidades reales de cada
superficie, disponiendo todos ellos del registro y homologación
correspondiente.